Creo que fuimos muchos los que, a pesar de las lágrimas y el nudo en la garganta, quedamos felices con el cierre de la saga de Toy Story, y deséabamos que los ánimos de expansión y de lucro no hicieran que surgiera una 4ta película que arruinara este ciclo perfecto que se selló con Toy Story 3.
Sin embargo, los rumores de una cuarta película estaban en el aire, y se hicieron más fuertes con la respuesta que dio Tom Hanks (actor que le da voz a Woody, el vaquero de la película) a un entrevistador de la BBC cuando este le preguntó si íbamos a tener una Toy Story 4: "Creo que sí. Creo que están trabajando en ella ahora".
Por supuesto que ver a Woody, a Buzz, a Jessie, a Tiro al Blanco y a todos los demás personajes de la historia significa alegría, risas y deleite, pero no todos estamos dispuestos a pagar cualquier precio por ello. Toy Story 3 fue, como dice el lugar común, un "broche de oro". Fue el final perfecto no solo de la historia, sino del proceso que hicimos los espectadores a lo largo de las tres películas. Cerramos nosotros nuestro propio duelo por los juguetes que abandonamos en la infancia, y por el final de una historia que, como todas y como todo, tiene un final. Y el final de Toy Story tenía que ser Toy Story 3. No imagino otro final que me deje más conforme.
De todos modos, Pixar ha demostrado guardar buenos ases bajo su manga, y quizás nos sorprenda a todos con una excelente Toy Story 4. O mejor aún: quizás Tom Hanks se equivocó, le informaron mal o quiso hacernos caer en una ingeniosa broma. Para descubrir la verdad solo resta esperar...
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